Son pocos los cambios que se aproximan para el transcurso del 2009, puesto que el país esta en la necesidad de un severo ajuste económico en relación a los diversos trastornos con los que cerro el año 2008, los cuales están generando sus facturas.
Uno de los principales desequilibrios es la alta presión inflacionaria debido al desajuste creciente entre la oferta de bienes y servicios y la demanda agregada interna. Como también los desajustes debido a que el gasto fiscal se mantendrá concretándose fundamentalmente en gasto corriente que se dirige a financiar misiones y subsidios directos e indirectos, esto hace que se necesite mas gasto fiscal para enfrentar las crecientes necesidades de un estado que además a asumido nuevas y mas complejas responsabilidades con las estatizaciones. En medio de este cuadro no queda más que esperar una fuerte desaceleración de la economía.
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